Investigan
qué "veneno" tiene el agua en Coria: quién vierte fenol a la red
24.10.2017 –
05:00 H.
Fenol y dimetilacetamida en “un
nivel muy por encima del habitual”. Son las dos sustancias químicas que un
informe preliminar de la Consejería andaluza de Medio Ambiente ha encontrado en
cantidad mucho más elevada de lo que correspondería en los residuos
tomados de la red de saneamiento de aguas de Coria del Río (Sevilla). Es
el primer paso para resolver el misterio que tiene en vilo a unos 400
vecinos de esta localidad, próxima a Sevilla capital. La Junta de Andalucía
elabora también, a raíz de estos análisis, un examen de la calidad del aire
en la zona, porque “parece evidente que también está afectada”.
Quienes
viven en la barriada Guadalquivir insisten en que no es nuevo, aunque
este año la falta de lluvias ha agravado de forma considerable el problema. El
alcalde de Coria, Modesto González (Partido Andalucista), confirmó a El
Confidencial que es el tercer año consecutivo en que en la misma fecha, finales
de septiembre, comienzos de octubre, se denuncia por parte de los vecinos un
fuerte olor a gasoil en sus viviendas.
Es un misterio
saber de dónde procede. No hay vertidos
visibles al río Guadalquivir, la empresa de aguas Emasesa
garantiza que el agua que sale del grifo es apta para el consumo, dos
gasolineras ubicadas en el radio problemático garantizan que cumplen con
toda la normativa y la principal industria más próxima a la zona afectada, la
arrocera Herba, ha acreditado también con documentación diversa que “no
tiene responsabilidad” en estos fuertes olores.
"Es insoportable"
Chari
González es una de
las vecinas de esta barriada. Nunca antes había oído hablar del fenol, pero sí
que sabe de primera mano cuáles son los síntomas que sufren en su zona y
describe una situación “insoportable”. Fatiga, náuseas, dolor de cabeza,
zumbido de oídos, cansancio... “A los niños les sangra la nariz sin venir a
cuento”, explica. Este domingo, como protesta, los vecinos colapsaron el centro
de salud más próximLa
Consejería de Salud confirma que los síntomas de los que fueron atendidos son “leves”
y niegan consecuencias importantes. Los vecinos no se lo creen. Están muy
asustados. “En el ambulatorio no tienen los aparatos necesarios para hacernos
pruebas que evalúen en profundidad qué nos pasa”, asegura Chari con mucha
angustia. Muchos se preguntan qué consecuencias pueden sufrir a medio y
largo plazo por estar en contacto con estas
sustanciaso. Hubo 200
personas con parte médico.
Este lunes ha acudido a la barriada un responsable de la empresa metropolitana de abastecimiento de agua de Sevilla, Emasesa, y les ha garantizado que sus pruebas están en orden y que pueden beber agua corriente “con total tranquilidad”. Los vecinos han pedido también explicaciones a Aljarafesa, la empresa mancomunada de agua del Aljarafe, porque en este municipio hay una depuradora compartida por ambas y las redes confluyen en algunos puntos, compartiendo varios kilómetros de tuberías.
El tercer año
“Llevamos tres años aguantando esto. Este año no ha llovido y todo se ha agravado”, narra Chari a este periódico. No han visto nada anómalo ni tiene una hipótesis de lo que ocurre. Un vecino de una barriada próxima sí que les ha comunicado que denunció al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que en días pasados vio un camión cisterna que supuestamente venía de Carmona, otro pueblo que dista 50 kilómetros, y que “vertió el contenido del vehículo a un pozo”. Hay varios en el municipio, explican los vecinos. Medio Ambiente tiene constancia de esta denuncia, pero no establece ningún vínculo, al menos todavía, entre este incidente y el fuerte olor en la zona.
Los vecinos se reúnen esta tarde para tomar medidas legales de forma conjunta. El alcalde, Modesto González, les ha trasladado que el ayuntamiento pondrá lo ocurrido en manos de la Fiscalía. Este martes se celebrará una junta local de seguridad, con participación del Gobierno y la Junta de Andalucía. Han citado a las empresas de aguas y a empresas privadas de la zona que están en el punto de mira. “Aquí no se puede vivir. Nos dicen que abramos las ventanas para ventilar, pero mire qué olor, es insoportable. Si abrimos es peor. Si está aquí media hora sentirá picor de ojos, pero si se queda más, ya verá las consecuencias”, explica Chari.
El alcalde confirmó a El Confidencial que han recibido un primer informe de Medio Ambiente y que esperan más detalles. El fenol, uno de los principales desechos de industrias carboníferas y petroquímicas, es altamente tóxico en el agua y el aire. Su inhalación en dosis elevadas provoca envenenamiento, vómitos e irritación respiratoria. Se utiliza para la preparación de resinas sintéticas, colorantes, medicamentos, plaguicidas, curtientes sintéticos, sustancias aromáticas, aceites lubricantes y solventes. Se obtiene a partir de la destilación del alquitrán de hulla. La dimetilacetamida es un disolvente orgánico que se utiliza en la industria farmacéutica, la industria textil y en los pesticidas.
Denuncia penal
El alcalde de Coria aseguró que el vertido no se ha detectado en el río Guadalquivir, que pasa por el municipio, sino en la red de saneamiento. A la espera de que se reciban los informes de las distintas administraciones, consideró “oportuno” que se abra “una investigación penal que depure responsabilidades por un delito contra la salud pública y el medio ambiente”. Confirmó que está a la espera de que la policía autonómica, unidad adscrita a la Junta, aporte todas las pruebas necesarias para formalizar una denuncia ante la Fiscalía de Sevilla.
El 22 de octubre de 2016 también se registraron denuncias en el Ayuntamiento de Coria. El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, llamó a la calma. Comunicó que el informe, elaborado en relación con este episodio y tras las denuncias de los vecinos, confirma que “en la zona del río y en las conducciones que vierten agua al río en esta zona de Coria se han detectado niveles más altos de lo normal en determinadas sustancias que son con toda seguridad las causantes de estos olores y molestias”. “Según los técnicos, no suponen un peligro para la población pero sí una molestia”, aseguró. “Vamos a intentar dar con la fuente emisora para corregir la situación”, añadió, tras asegurar que habrá sanciones. También está implicada la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
La consejera de Salud, Marina Álvarez, pidió calma y tranquilidad y reclamó a la población que siga las recomendaciones que les ha dado su departamento, como “mantener aireadas las viviendas”. “Estamos pendientes y trabajando de manera coordinada con el resto de administraciones”, concluyó.