Jesús Pedreira, presidente de la Asociación TuSantaCruz, evoca las tardes de fútbol y cine de su infancia. La Opinión de Tenerife 12-11-2012
GORETTI ALONSO
"A la Isla llegaba todo mucho más tarde, por eso también todo se esperaba con muchas ganas". Jesús Pedreira, presidente de la Asociación Cultural TuSantaCruz, rememora con nostalgia la ansiedad con la que de pequeño deseaba que sus tebeos o los discos de sus cantantes favoritos aparecieran en Canarias. "Su venta se anunciaba por la radio y después tardaban meses en llegar a Santa Cruz", sentencia. La imaginación que él y el resto de niños de El Toscal tenían es el valor más importante que destaca este hombre. Inventarse juegos, tratar de divertirse con lo que poco que tenían a mano y la desesperación con la que esperaban todo lo nuevo era el día a día de este licenciado en Derecho, Sociología e Historia.
Cuando piensa en su barrio evoca una zona agradable, con buena convivencia con el resto de vecinos; pero eso lo cree desde hace medio siglo y también actualmente. De sus primeros años de vida tiene recuerdos muy claros: los bailes de mascaritas en Carnaval, donde se enteraba a las semanas de qué iba disfrazado cada persona; las tardes de películas en el Cine Numancia o en el San Martín, sobre todo cuando llegaron a la Isla las primeras películas subtituladas de Europa; o las jornadas enteras de jugar al fútbol en el colegio con el resto de compañeros de clase.
Ir al Parque García Sanabria era casi un ritual. "Es el mejor parque que se podría desear y lo teníamos a muy pocos metros de nuestras casas", matizó Pedreira. Justo de este recinto conserva uno de sus mejores recuerdos. Jugaba a menudo en el pequeño minigolf que estaba instalado en uno de los laterales del parque, justo en la parte que da a la Calle Méndez Núñez. Pasaba horas junto a sus padres en este lugar y ahora de mayor se ha aficionado al deporte. También al bridge, un juego de cartas que, junto a otras muchas actividades, le ayuda a estar en contacto con otros colectivos y amigos. Los actos que lleva a cabo la Asociación que preside también le facilita esta tarea.
También junto a su familia pudo disfrutar en muchas ocasiones de visitas al Puerto de la ciudad. "Era normal ir a ver los barcos y solo había que caminar pocos metros para estar junto a los pescadores. Hoy, no se puede hacer nada similar. Para llegar al agua hay que atravesar un montón de edificios pero también muchos controles de seguridad. Eso, si te dejan pasar", manifiesta. La frase tan utilizada de "Santa Cruz vive de espaldas al mar" es también una de sus principales preocupaciones.
De su niñez conserva aun a muchos amigos. Caminaba junto a ellos, para ir y venir del colegio, por la Rambla de Santa Cruz. Se conoce el paseo de Las Tinajas casi al milímetro. "No se entiende como se mantienen en pie, con la cantidad de años que tienen", bromea. Su centro de estudios, tanto de niño como en su etapa de instituto, era solo para chicos. Por ello, llegar a la universidad fue para él todo un avance en muchos aspectos. No solo a él y a muchos compañeros se les presentaba un mundo por descubrir, si no que desde el punto de vista formativo, en plena transición, estudiaban y debatían al detalle el documento que regiría la vida de todos los españoles en un futuro muy cercano: la Constitución de 1978.
Jesús Pedreira tiene muy claro que a El Toscal le hace falta vida. "Todas las grandes ciudades, de todos los países, tienen un barrio de artistas, de bohemios, donde la cultura y el arte tienen un papel fundamental, ligado o no al comercio. Ese barrio, en Santa Cruz, tiene que ser El Toscal", explica. Un poco más de colaboración ciudadana, unido a la iniciativa institucional y privada, serviría "para sacar adelante todo en esta zona", considera.
El espíritu viajero de este hombre le ha llevado a conocer infinidad de lugares por todo el mundo. De sus visitas también ha sacado en claro que quiere a su terruño sobre cualquier otro enclave del planeta. "Al canario le gusta viajar, moverse; pero también estar en su tierra y disfrutar de lo suyo", remarcó.
Desde su punto de vista, otro de los principales problemas de El Toscal –que también padece el resto del municipio– es que durante años se han tirado y derruido una cantidad más que considerable de edificios con mucha o cierta relevancia para la ciudad. "Los solares y casas abandonadas se acumulan en la zona sin que nada parezca que se puede hacer por ellas", lamenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario