PERIODICO EL PAIS. El estadounidense James Allison y el japonés Tasuku Honjo han ganado el Nobel de Medicina 2018. El jurado del Instituto Karolinska de Estocolmo ha otorgado el premio a estos dos científicos por "su descubrimiento de la terapia contra el cáncer por la inhibición de la regulación inmune negativa". Los hallazgos de ambos científicos han sido esenciales para el desarrollo de la inmunoterapia contra los tumores. "Este año el premio constituye un hito en la lucha contra el cáncer. El descubrimiento realizado por los dos premiados aprovecha la capacidad del sistema inmune de atacar las células cancerosas", señala el instituto.
El premio es una nueva prueba de la importancia de la investigación básica. James Allison, de 70 años, es investigador del Centro de Cáncer MD Anderson de Houston (EE UU). En los años 90 este inmunólogo comenzó a estudiar una proteína llamada CTLA-4, que funciona como un freno que impide que los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos, identifiquen y combatan a determinadas células. El investigador entendió que eliminar esa barrera podría hacer que las defensas ataquen a los tumores. En 1994 la idea se plasmó en el desarrollo de anticuerpos que inhiben la proteína y desatan la combatividad de los linfocitos, un enfoque que demostró alta efectividad contra tumores en ratones. Estos resultados supusieron el pilar de ipilimumab, el primer medicamento oncológico contra el melanoma metastásico, aprobado en 2011 tras 10 años de ensayos clínicos."La motivación que guía a los científicos es expandir los límites del conocimiento. Yo no me propuse estudiar el cáncer, sino entender mejor la biología de los linfocitos T, esas células asombrosas que viajan por nuestro cuerpo y nos protegen de las enfermedades. Es un privilegio conocer a pacientes tratados con éxito con inhibidores de punto de control porque son la prueba viva del poder de la ciencia básica", ha dicho Allison en un comunicado difundido por su institución. El científico recibió el pasado año el Premio Fronteras del Conocimiento en Biomedicina que otorga la Fundación BBVA.
Honjo, de 76 años y vinculado a la Universidad de Kioto desde 1984, descubrió la PD-1, otra proteína que se expresa en la superficie de los linfocitos T y que también impide que ataquen a los tumores. Las terapias basadas en esta segunda molécula han demostrado ser "sorprendentemente efectivas en la lucha contra el cáncer", según la Asamblea del Nobel. Los anticuerpos contra PD-1 son más efectivos que los dirigidos contra CTLA-4 y han permitido crear tratamientos efectivos contra el cáncer de pulmón, renal, de piel y linfoma. La combinación de ambos anticuerpos aumenta la efectividad de la inmunoterapia tal y como se ha demostrado en personas con melanoma. "Quiero continuar mi investigación para que la inmunoterapia salve más pacientes afectados por cáncer", ha dicho Honjo hoy en una rueda de prensa, informa AFP.
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